El 21 de marzo de 1820, la Asamblea elegía por mayoría de votos a Juan Bautista Bustos como gobernador de Córdoba, cargo que ejercerá por dos períodos.
El prócer que en su juventud resistió la sombra del imperialismo británico en Buenos Aires como miembro de la milicia de Arribeños, nace en el Valle de Punilla, en Córdoba, el 29 de agosto de 1779 y muere el 18 de septiembre de 1830 en Santa Fe. A continuación, un repaso por los primeros años de su actividad militar y política que lo terminan destacando en el ámbito público, y cuyas posiciones finalmente se cimientan el 21 de marzo de 1820 cuando es designado por mayoría como el primer Gobernador constitucional de nuestra provincia.
Córdoba construye su destino
En 1821, cuando Bustos transita los primeros días de gobierno de Córdoba autónoma de las otras provincias, José Gregorio Baigorrí y José Norberto de Allende presentan el texto que conforma la primera Constitución de la Provincia (1821).
A través de la carta magna Bustos, promueve la actualización de los planes de estudios de la Universidad de Córdoba (actual Universidad Nacional de Córdoba), la creación de la cátedra de Derecho, la creación de la Junta Protectora de Escuelas, la adquisición de la segunda imprenta de Córdoba mediante suscripción popular, la que fue donada a la universidad y dio origen al periodismo local. A continuación, lee más sobre el primer mandato de Bustos al frente del ejecutivo provincial, cuyo 200° aniversario la provincia se apresta a celebrar el próximo 21 de marzo.
Juan Bautista Bustos, el Gobernador
En enero 1820, Córdoba se declaró libre y soberana reunida en una Asamblea de Representantes, integrada por compromisarios de las distintas jurisdicciones. El 21 de marzo de ese año, la provincia eligió a Bustos como gobernador de la provincia, cargo que asumirá el 24 de ese mes. El primer gobernador constitucional “realizó una administración progresista e ilustrada de dimensiones civilizatorias notables, dada la época convulsionada en que vivía”, opina el historiador Roberto Ferrero (Breve historia de Córdoba, 1999). Uno de los pilares de aquella acción “progresista e ilustrada” fue la adquisición y donación a la Universidad de Córdoba de la segunda imprenta; el primer taller de impresión se estableció en 1765 en el Colegio Convictorio Nuestra Señora del Monserrat, pero la prensa fue prácticamente abandonada después de la expulsión de los jesuitas en 1767.
3ra parte: La decisión que dio origen a la prensa escrita en Córdoba