Una nueva sala y cinco muestras con técnicas variadas, la propuesta del Caraffa

Quedaron inauguradas cinco muestras en el Museo Caraffa. Este último ciclo de exposiciones de la temporada 2024 podrá verse hasta el 23 de marzo de 2023. Además, se abrió la sala Germinador de ideas, un nuevo espacio que albergará proyectos, capacitaciones y actividades.

El Museo Caraffa inauguró nuevas muestras cerrando así la serie de aperturas de exhibiciones de artes visuales en los principales museos y espacios culturales de la provincia de cara a la temporada de verano 2025. Además, quedó inaugurada una nueva sala denominada Germinador de Ideas, que funcionará como un espacio que tendrá múltiples usos y albergará proyectos pedagógicos, capacitaciones y actividades para y con la comunidad.

La primera de las muestras que llega a la nueva sala Germinador de Ideas son las obras del programa educativo de cooperación internacional Heart for Art / Al corazón del arte, proyecto creado por el Museo Van Gogh de Amsterdam y DHL en colaboración con el Museo Emilio Caraffa. Se exhibe una réplica de “Almendro en flor”, un óleo de Vicent Van Gogh, en esta muestra que establece un diálogo entre la obra de este gran pintor y los artistas argentinos José Malanca y Fernando Fader, abordando temas como el paisaje y los vínculos humanos.

Por otro lado, el público también podrá disfrutar de Como espejo del monte de Ignacio de Lucca, compuesta por una instalación cerámica, acuarelas y óleos realizados en diferentes momentos de la trayectoria del pintor misionero; Mitofauna de Mario Simpson, dibujos y fotografías que presentan  una iconografía profundamente ligada a la identidad latinoamericana, fusionando elementos de mitología, creencias y tradiciones históricas; Ensayo de lo posible de la artista cordobesa Florencia Walter que  explora las posibilidades del quehacer pictórico desde perspectivas formales, afectivas y reflexivas; y Micorrizaciones/Exhibiciones de Agustín Begueri,  una exposición de grabados con curaduría de Germán Diaz.

Durante la apertura, el presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica, dijo: “Esta es una muestra federal porque tenemos artistas de todas las provincias y es el espíritu de lo que venimos trabajando a lo largo de todo este año: poder mostrar fundamentalmente a nuestros artistas cordobeses, pero en interacción con lo regional, con lo nacional y también con lo internacional. Este cierre de inauguraciones en todos los museos con excelentes exposiciones se convierte, también, en la apertura de la temporada estival. Además de cordobeses, habrá muchos turistas que vienen a Córdoba, a todos los museos de la provincia. Esta es una alternativa más que tiene el turismo y el turista para poder apreciar el movimiento de la cultura de Córdoba. Es una política de Estado fortalecer la cultura, a sus artistas, a su arte, para que nos ayude a reflexionar sobre los tiempos que estamos viviendo. Salimos con el Museo Rodante para ir pueblo por pueblo, sobre todo en los lugares donde no hay museo, para poder llevar arte de calidad a todos los pueblos porque lo primero siempre es el diálogo con la comunidad“.

Una por una, las nuevas muestras

Como espejo del monte de Ignacio de Lucca es una muestra que destaca por la calidad de sus obras y la trayectoria profesional del artista. Está compuesta por una instalación cerámica, acuarelas y óleos realizados en diferentes momentos de la trayectoria del pintor misionero. Esta selección antológica tiene curaduría de María Laura Rodríguez Mayol y propone una mirada renovada sobre el paisaje argentino desde una perspectiva descentrada, en sus obras el monte subtropical misionero toma protagonismo como lugar de enunciación, alejándose de las concepciones canónicas del paisaje nacional (la pampa, el desierto, la sierra o la montaña) para proponer una estética fronteriza y singular. De Lucca combina la tradición pictórica y el formato cuadro con una exploración técnica en acuarela, óleo y modelado cerámico. A través de texturas, vacíos y llenos, su obra transita entre lo narrativo y lo abstracto. Series como Biophilia y Protopaisajes convocan a las especies que habitan el monte misionero, dialogando con la naturaleza como un ser vivo.

Mitofauna de Mario Simpson, con curaduría de Pedro Roth, se compone de dibujos y fotografías que presentan  una iconografía profundamente ligada a la identidad latinoamericana, fusionando elementos de mitología, creencias y tradiciones históricas. Sus dibujos, que evocan símbolos como el ángel, el uturunco y el pez, establecen un diálogo con las influencias de artistas latinoamericanos del siglo XX, como Joaquín Torres García, Wifredo Lam y Rufino Tamayo. A través de trazos sencillos y formas esquemáticas, sus obras crean un espacio ambiguo, sin un orden definido, reflejando la visión de las culturas originarias del Chaco. Su trabajo invita a una lectura pausada, similar a las narraciones orales, en la que las formas y las sombras se combinan para crear relatos que permiten reconstruir territorios, sensaciones y mitos de la vida cotidiana.

Ensayo de lo posible de Florencia Walter es una muestra curada por Silvina González que explora las posibilidades del quehacer pictórico desde perspectivas formales, afectivas y reflexivas. Florencia Walter aborda la pintura como campo de permanencia y cambio, conectando emocionalidad y cognición a través de obras que cuestionan lo material, lo sensitivo y los vínculos. Desde El oficio del pintor (2011-2024), activa al espectador mediante color y percepción, mientras en series como Flota o Paleta de pintor experimenta con cromatismos y descomposición. La pintura se expande al entorno y adquiere cualidad objetual en Bollos o Formas mínimas de la pintura. En piezas instalativas como Pintura animada, propone una experiencia transformadora y colectiva. Este recorrido de más de una década redefine la pintura como lugar de encuentro y transformación, expandiendo las posibilidades del arte y de la vida.

Micorrizaciones/Exhibiciones, grabados de Agustín Begueri es una exposición que tiene curaduría de Germán Díaz. Al recorrerla es posible distinguir dos grupos de obras, que revelan las metáforas nodales de la producción del artista, marcadas por la coexistencia de lo simbiótico y lo evidente, lo subterráneo y lo expuesto. A través de xilografías monocromáticas y policromáticas, la exposición conecta la memoria de los pueblos originarios y la explosión visual contemporánea. Mientras que las grandes xilografías monocromáticas escarban en la memoria colectiva y la identidad enterrada, las piezas policromáticas exploran la multiplicidad de imágenes y la fluidez de la creatividad. La muestra invita a reflexionar sobre las conexiones invisibles que nutren la creación artística y el desafío de convivir con la saturación visual de nuestra era. Un diálogo constante entre lo artesanal, lo político y lo íntimo que cuestiona los límites y el sentido del arte contemporáneo.