Quedaron inauguradas tres nuevas muestras en la Casa de la Cultura de Río Cuarto. “Soy obrero” de Nicolás Zulberti, “Me cobra más barato. El tatuaje como relato” de Jésica Mancilla y las pinturas del artista Mario Grandi podrán visitarse con entrada libre y gratuita hasta el próximo 29 de mayo. Las propuestas se enmarcan en el mes del trabajador e impulsan una visión federal de la producción artística al tiempo que buscan potenciar los proyectos emergentes.
La noche inaugural contó con gran afluencia de público, entre reconocidos artistas y artistas emergentes y de diferentes disciplinas y público en general. En el mes del trabajador, los proyectos de la convocatoria 2024 de Nicolás Zulberti y de Jésica Mancilla fueron los elegidos para ser expuestos durante el mes de mayo. Por un lado, Zulberti, atravesado por el contexto político y social, exhibe “Soy obrero”, una muestra que representa, mediante las técnicas del grabado, reclamos, mundos posibles y descargos, desde la óptica del artista quien hace un tiempo tomó los medios del arte para su militancia y, particularmente, a la disciplina del grabado para llevarlo a cabo. El proyecto expositivo tiene como hilo conductor al trabajo en todas sus formas y expresiones materializándose en diferentes expresiones gráficas: xilografía, aguafuerte, punta seca, serigrafía, stencil e impresiones digitales.
Por otro lado, Jésica Mancilla presenta “Me cobra más barato. El tatuaje como relato”, un proyecto pretende deconstruir un relato muy vinculado a la meritocracia, valor cotidiano de los tiempos que corren. Mancilla sostiene que esta muestra permite realizar diferentes análisis que contienen lecturas de la sociedad actual y sus dispositivos de disciplinamiento y control. Toda la producción de la artista tiene raíz en el territorio en el que creció y se abraza con su formación política. En el barrio y sus matices, donde algunos ven carencias, otros, principalmente quienes viven allí, encuentran fortalezas. El formato de la exposición es el de una instalación en la que se observan registros fotográficos de corporalidades y un estudio provisorio de tatuajes. Del otro lado de los parámetros estéticos propios, hay sueños, miedos, anhelos, deseos, intentos: hay relatos.
La tercera muestra puede apreciarse en la Sala del Tesoro, una sala expositiva que fue posible gracias a la remodelación de los muros de este espacio que permitió hacer visible la habitación del tesoro del antiguo Banco Hipotecario, símbolo del espacio edilicio en el que se encuentra la Casa de la Cultura de Río Cuarto. En esta ocasión, la Sala del Tesoro alberga las pinturas de Mario Grandi, un pintor autodidacta nacido en Buenos Aires , pero con diez años de residencia en Córdoba. Incursionó en el óleo, el grabado y la cerámica, pero logró su expresión más destacada en el pastel con el que desarrolló todas sus posibilidades. En 1954 recibió el primer premio en el Salón Nacional de Bellas Artes. Expuso en Buenos Aires y en el interior del país y algunos de sus trabajos representaron a la Argentina en las Bienales de Venecia y San Pablo.
Una casa con historia
La Casa de la Cultura de Río Cuarto es un espacio ubicado en un punto estratégico de la ciudad sureña, Capital Alterna de la Provincia, a pocas cuadras de la Plaza General Roca, en un sitio muy transitado por los habitantes de ese núcleo urbano. Sus instalaciones fueron puestas en valor en fecha reciente, mediante la restauración de sus fachadas, la reparación de áreas deterioradas y la instalación de nuevos sistemas de iluminación.
En sus salones se realizan exposiciones, conciertos y otras actividades artísticas y culturales. Asimismo, ha recibido muestras itinerantes provenientes de museos de la Ciudad de Córdoba. Además, se llevan a cabo conferencias, presentación de libros y ciclos de cine. También alberga a elencos y cuerpos artísticos que realizan sus ensayos en un lugar que ha recuperado su belleza y su capacidad de convocatoria para quienes disfrutan de la cultura y los espectáculos de calidad.