Recuperación del patrimonio religioso: misión y obligación del estado provincial

La Agencia Córdoba Cultura formará parte de un proceso de restauración histórica: la recuperación total de los murales de la Iglesia de los Capuchinos. De la mano de la artista Marcela Mammana, y con la participación de numerosos actores de la comunidad religiosa y artística, se llevará a cabo este proyecto que se suma a las numerosas acciones que el gobierno de la provincia realiza para preservar el patrimonio y garantizar a los cordobeses el acceso a los bienes culturales.

Que la Agencia Córdoba Cultura vele y se comprometa por y con el patrimonio de los cordobeses no solo es una obligación de esta dependencia del gobierno provincial sino que, además, es una misión que intenta reforzarse, día a día, a través de las acciones que se ejecutan en pos de salvaguardar lo que es de todos. La Iglesia del Sagrado Corazón de los Padres Capuchinos es un templo con una arquitectura imponente, de estilo neogótico y neorrománico, que se convierte en el principal atractivo de habitantes y turistas, pero, también, es un símbolo de la historia de la provincia que contiene una importante carga de patrimonio religioso condensado en sus muebles, utilería y murales decorativos.

Los murales de esta iglesia, elegida la Primera Maravilla Artificial de la Ciudad de Córdoba y que llevó más de 20 años de trabajo en su construcción, diseñados, al igual que toda la estructura del templo, por el arquitecto Augusto Ferrari, se encuentran, en la actualidad, deteriorados por el paso del tiempo. A través de un proyecto minuciosamente presentado y detallado, la restauradora y artista cordobesa Marcela Mammana, experta en conservación, es la encargada de poner en valor 30 murales que le dan vida a las paredes de la iglesia y que narran la vida de San Francisco de Asís. A esta primera etapa del proyecto de restauración, que consta, principalmente, de una investigación, Mammana la compara con un “peritaje”: “En esta etapa determinamos las patologías de los murales. Para ello lo analizamos casi como un peritaje: tomamos muestras de materiales, realzamos análisis con lupas y luces y así podemos determinar qué producto utilizar. Siempre digo que me siento como un médico homeópata de la restauración: ´no hay enfermedades, si no enfermos´ es decir, no hay fórmulas exactas para la cura de una obra, por ello es indispensable el análisis minucioso para determinar su perfil, sus patologías y así poder determinar la mejor cura”.

Un trabajo mancomunado

Este plan de restauración de las obras artísticas del arquitecto Augusto Ferrari, proyecto de Mammana premiado por el Fondo Nacional de las Artes, a través del concurso “Valoración artística de templos y lugares sagrados”, y cuenta con la participación y el apoyo de numerosos actores que lo hacen posible: por un lado, los padres de la Iglesia de los Capuchinos, Claudio Bedriñan y José Luis Cere, Fabiana de Llamas, principal colaboradora de Mammana, la familia Ferrari, que colabora con la documentación, los arquitectos Liliana Pitarello, con su asesoramiento, y Javier Correa, con el control de las humedades, Gustavo Freites, conserje de la iglesia que participa activamente, y la Agencia Córdoba Cultura como organismo que acompaña el proyecto con la gestión del andamiaje necesario para para colaborar en la tarea de diagnóstico y restauración ya que los murales se encuentran, en promedio, a unos 16 metros de altura. En palabras de la restauradora: “La Agencia avaló el proyecto desde el momento en que presenté la propuesta al Fondo Nacional de las Artes, y sabíamos, desde el inicio, que el premio del concurso cubriría una parte pequeña de los fondos requeridos y los andamios son siempre un porcentaje alto en un presupuesto que yo no hubiera podido costear; Córdoba Cultura nos auspició los andamios con gran celeridad y siguieron de cerca el proceso de relevamiento, con la muy grata sorpresa de que serán padrinos, auspiciantes de uno de los murales, posiblemente del que más dañado está y que perderemos en breve si no se interviene”.

A esta etapa del proyecto de restauración se suma, también, el CEPROCOR, dependiente del Ministerio de Producción, Ciencia, e Innovación Tecnológica, quien auspiciará las primeras muestras que se tome del mural más dañado para saber qué materiales lo componen: “Esto, para un informe, es muy valioso porque nos brinda información útil también en el momento de programar los materiales para su restauro, además de ser una documentación acerca de la obra y de las técnicas del autor Augusto Ferrari. Lo fundamental e indispensable ahora es sumar sponsors o padrinos para cada uno de los murales; son 30 pero, seguramente, algún sponsor podría apadrinar varios de los murales menos dañados La Agencia Córdoba Cultura abre el camino del padrinazgo y eso nos pone muy contentos”.

La importante presencia del Estado

La restauración de las pinturas de la Iglesia del Sagrado Corazón de los Padres Capuchino será una intervención histórica ya que, por primera vez, se realizará un rescate integral de los murales. A su vez, el Gobierno de la Provincia, a través de la Agencia Córdoba Cultura, ha participado en numerosos procesos de recuperación como en el caso de la iglesia de Tulumba, la Catedral de Córdoba y, ahora, la Iglesia de los Capuchinos.

En el caso de la iglesia en cuestión, en noviembre de 2024, la Agencia Córdoba cultura entregó, en una simbólica ceremonia que contó con la participación de los curas párrocos dueños de la casa religiosa, uno de los altares que formaba parte original del mobiliario de la Capilla del Buen Pastor a la Congregación de los Capuchinos. Ese altar es en el que los frailes Capuchinos que llegaban a la ciudad celebraban la Santa Misa para las mujeres presas a cargo de la Congregación de hermanas, que funciono en el actual espacio cultural Paseo del Buen Pastor. La donación, fue firmada por el presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica junto al Fray Claudio Bedriñan para ser colocado en el lugar central de la Iglesia de los Capuchinos donde actualmente permanece y puede ser disfrutado y homenajeado en cada misa celebrada.

De esta manera, se evidencia la importante tarea que cumple el sector público, en conjunto con el sector privado y académico, a la hora de preservar el patrimonio cordobés. No solo se trata de velar por la preservación sino, también, de realizar las gestiones necesarias y brindar el financiamiento para que las obras, muebles, pinturas y utilería, además de recuperar su valor para conservarse, lo recuperen para mostrar a cordobeses y turistas parte de la rica historia de la provincia. Es importante que el patrimonio, además de descubrirse y cuidarse, se encuentre y se reencuentre con los espacios acordes a su valoración para garantizarle a la comunidad la accesibilidad de los bienes culturales por parte del Estado.