Preservar el patrimonio, un trabajo en equipo

Resguardar el Patrimonio cultural de la provincia no solo es una obligación que el Gobierno de Córdoba cumple, a través de la Agencia Córdoba Cultura, sino un eje central de las políticas públicas culturales que tiene una influencia directa en las propuestas y actividades generadas para cordobeses y turistas. Las tareas de preservación implican, en muchos casos, la capacitación de personal de diferentes áreas de organismos de gobierno como las fuerzas policiales en sus divisiones de Delitos culturales, Patrulla ambiental y Bomberos para lograr un trabajo de cuidado integral del patrimonio. 

De acuerdo a la Constitución del Gobierno de la Provincia de Córdoba en su artículo 65, el Estado Provincial es responsable de la conservación, enriquecimiento y difusión del patrimonio cultural, en especial arqueológico, histórico, artístico y paisajístico y de los bienes que lo componen, cualquiera sea su régimen jurídico y su titularidad. En esta oportunidad, los techos de la Iglesia Compañía de Jesús fue el área en la que se realizaron tareas de conservación preventiva a través de su limpieza y reacondicionamiento con la asesoría de la Dirección de Patrimonio de la Agencia Córdoba Cultura.

Un compromiso para la conservación

En septiembre de 2023 se realizó el XI Seminario Nacional de administradores de Sitios de Patrimonio Mundial y uno de los puntos tratados fue la problemática del cambio climático y el deterioro que provoca en el patrimonio cultural. La Agencia Córdoba Cultura, presente en el encuentro, se comprometió a seguir trabajando para la conservación preventiva de los sitios de Córdoba, iniciando tareas este año 2024 en la Iglesia de la Compañía de Jesús, parte del conjunto de la Manzana Jesuítica. 

El Lic. Alfonso Uribe, de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia, explica: “A partir de enero de este año la Universidad Nacional de Córdoba en conjunto con personal del área de arqueología, realizamos trabajos para relevar y controlar sistemas pluviales del Rectorado y se detectó que había algunos pluviales, que bajaban del techo de la Iglesia de la Compañía y recorrían el techo del Salón de Grados, tapados. A partir de este primer trabajo de diagnóstico se decidió, entonces, limpiar canaletas y desagües para determinar si había algún daño en las estructuras. Además, se decidió cortar los posibles crecimientos de vegetación y ocuparse de uno de los grandes flagelos en Córdoba para el patrimonio: las palomas con sus nidos y plumas que, en este caso, tapan los desagües pluviales”. 

Intercambio técnico con resultados

Con la necesidad de trabajar en altura, ya que la Capilla de Lourdes (una de las naves a la derecha de la nave principal de la Iglesia de la Compañía de Jesús) no tiene acceso por ninguna otra parte del edificio, se decidió que los Bomberos de la provincia, más específicamente personal del DUAR (Departamento Unidades de Alto Riesgo), participaron de la intervención para acompañar al personal de la Agencia Córdoba Cultura. Por esto, se realizó una jornada de capacitación en la que el personal de la Dirección de Patrimonio de la Agencia disertó sobre la historia y particularidades del edificio histórico en cuestión y, posteriormente, el personal de Bomberos explicó cuáles serían los medios y medidas de seguridad que se utilizarían como así también la resistencia de los equipos que participarían de la intervención. 

A partir de ese intercambio técnico, se iniciaron los trabajos de conservación preventiva. Uribe describió la jornada de trabajo diciendo que: “el personal del DUAR de bomberos subió la cubierta y establecieron los anclajes seguros para que subiera el personal de la Dirección de Patrimonio Cultural para evaluar posibles daños y limpiar los desagües de las cubiertas (tierra, deposiciones de palomas, vegetación). Además, se retiraron también antiguos reflectores que ya no se utilizaban para evitar humedades y la UNC también participó con la limpieza del techo del Salón de Grados”. A futuro, se elevará un informe detallado al presidente de la Agencia, Raúl Sansica, para luego enviarlo a la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos con el fin de que se programen actividades para la conservación de las cubiertas.

Siglos de historia, décadas de Patrimonio de la Humanidad

El antiguo complejo de la Manzana Jesuítica, junto con las estancias homónimas, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en noviembre del año 2000 en la ciudad de Cairns (Australia). Se transformó así en un ámbito musealizado que comprende no sólo la antigua sede de la Universidad Nacional de Córdoba, sino también la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la Residencia y el Colegio de Monserrat. El circuito jesuítico de Córdoba se completa con cinco estancias ubicadas en el interior de la provincia: la Casa de Caroya (1616), las estancias de Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643) y La Candelaria (1683).

Para sostener las actividades de sus colegios, los jesuitas generaron una serie de emprendimientos productivos en el interior del territorio provincial. Estas estancias, donde floreció la producción agrícola y vitivinícola, poseen remarcables valores arquitectónicos en sus construcciones, en especial en las iglesias y ámbitos de la residencia que se han mantenido hasta el presente.

La construcción de la Iglesia de la Compañía de Jesús demandó 30 años. Participaron europeos, indígenas y esclavos africanos. Es característica la sobriedad de la fachada, aunque el interior deslumbra con la exótica forma de su bóveda, similar a la quilla de un barco invertida realizada en madera de cedro paraguayo dorado a la hoja donde la mano del nativo quedó plasmada en el decorado barroco americano.