La Agencia Córdoba Cultura invita el sábado 2 de febrero, a la fiesta dedicada a la advocación de la Virgen de La Candelaria en la Estancia Jesuítica La Candelaria.
A las 10 de la mañana se abren las puertas de la Estancia Jesuítica y la Capilla para que comience el ingreso de los feligreses, turistas y agrupaciones gauchas. Se hace presente el sacerdote de Villa de Soto que atiende los pedidos de los devotos, realiza confesiones y bautismos para quienes soliciten sus servicios.
Aproximadamente a las 11 se realiza la misa principal en homenaje a la Virgen de La Candelaria que, previamente, ha sido bajada de su camarín y preparada para ser llevada “en andas”. Luego de la misa, se realiza la procesión por las inmediaciones de la Estancia en compañía de todos los visitantes y los gauchos a caballo. Luego la Virgen vuelve al abrigo de la Capilla ente el saludo de cada una de las agrupaciones.
Sobre de la Celebración
La festividad de la Virgen de La Candelaria es una de las más antiguas de América y una de las ceremonias de carácter religioso y festivo más populares del noroeste de Córdoba. La ceremonia evoca la presentación del Señor en el templo de Jerusalén y la purificación de María. Según la antigua creencia hebrea, la mujer era considerada impura después de dar a luz al primogénito varón, por lo que 40 días después de la Navidad, María y José fueron al templo a presentar al Señor y purificarse.
La advocación mariana carga al niño Jesús en su brazo izquierdo y en la mano derecha lleva una vela encendida en señal de la luz que ilumina a los pueblos del mundo.
La obra jesuítica
Siguiendo la huella de los caminos abiertos por los nativos, los conquistadores españoles ingresaron al territorio que Jerónimo Luis de Cabrera fundó como Córdoba de la Nueva Andalucía.
“Asegurada la conquista del suelo del Tucumán, quedaba por cumplir aquella otra misión, más ardua, la de conquista de las almas de aquellos millares de nativos, atemorizados pero no vencidos del todo que en gran número se había retraído a sus quebradas y serranías”, narra Lascano González.
La Orden de la Compañía de Jesús tuvo una actuación fundamental en esa conquista espiritual. Establecidos en Córdoba, los jesuitas inauguraron el Colegio Máximo (en 1610), el Colegio Convictorio (en 1613) y sobre la plataforma de estos últimos crearon la Universidad (1614), la que en 1622 es autorizada por el papa Gregorio XV y el rey Felipe III a otorgar “títulos válidos en todos los dominios españoles”. A estos institutos se agregó después el Noviciado.