El salón dorado del Museo Superior de Bellas Artes Evita-Palacio Ferreyra exhibe dos piezas que datan de finales del siglo XIX y evidencian la importancia de la pintura en la historia de Córdoba.
La llegada del ferrocarril, de Luis Gonzaga Cony, y Córdoba en el año 1895, de Honorio Mossi, además de ser las piezas más antiguas que se exhiben en el museo, dan cuenta de la rica historia que Córdoba atesora en el campo de las artes visuales, cuna de verdaderos maestros de la pintura argentina.
El ADN de la pintura cordobesa
Corría el año 1857 cuando Luis Gonzaga Cony fue nombrado por el entonces gobernador de la provincia de Córdoba, Juan del Campillo, como director del Aula de Dibujo de la Concepción que funcionaba en el seno del Colegio Nacional de Monserrat. La idea –impulsada por el propio artista– era establecer una escuela donde se dictaran estudios de dibujo natural y pintura al óleo. Este espacio académico formó prestigiosos pintores cordobeses, entre los que se destacan Genaro Pérez y Andrés Piñero, todos artistas que se encuentran representados en la colección provincial que atesora el museo Evita. Por esta razón, diversos historiadores coinciden en señalar a Gonzaga Cony como el maestro precursor de la educación artística formal en Córdoba.
La modernidad y su influencia en la pintura cordobesa
Para fines del siglo XIX, Córdoba vivía un extraordinario desarrollo cultural. Entre los años 1870 y 1871, en la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, Córdoba experimentó grandes acontecimientos que impactaron en su fisonomía: la instalación de las líneas férreas, la llegada de la primera locomotora a la ciudad, la inauguración del Observatorio Astronómico de Córdoba y la designación como sede de la Exposición Nacional, una imponente feria que exhibía productos locales y extranjeros, además de una sección de bellas artes que presentaba una exposición con artistas nativos y extranjeros.
Estos hechos quedaron registrados por el artista portugués Luis Gonzaga Cony en su obra La llegada del ferrocarril (1871, óleo sobre tela 1,62 por 2,05 metros). Esta pieza –la más antigua que posee la colección provincial– es una alegoría al momento histórico que transitaba nuestra provincia. En el lienzo se pueden observar los festejos por la llegada del ferrocarril a Córdoba, como también la Catedral y el Cabildo. Además, sobresalen metáforas sobre las bondades de las bellas artes a través de angelotes que pintan a una Virgen y tocan música.
También quedó plasmado allí el sometimiento de la barbarie descripto por un salvaje semidesnudo vencido en el suelo por un conquistador europeo. Completan la pieza retratos de próceres como San Martin y Sarmiento, entre otros.
Primera panorámica de la ciudad
El 29 de octubre de 1895, los cordobeses leyeron, en el diario local El Interior, la noticia sobre la exhibición de una vista panorámica de la ciudad, en la céntrica vidriera de Casa Bobone. La obra realizada, por el pintor italiano Honorio Mossi, llevaba como título Córdoba en el año 1895 (óleo sobre tela 1,95 por 0,50 metros).
El artista plasmó una minuciosa y detallada representación panorámica de la ciudad, vista desde la barranca –hoy barrio Cofico–. Con precisión topográfica, retrata la traza urbana de la época. Se pueden ubicar los edificios más significativos, como la Casona Municipal, el teatro Rivera Indarte –hoy San Martín–, la avenida General Paz y la glorieta del parque Sarmiento –hoy desaparecida-. Además, la ciudad asoma bastante extendida y plana, rodeada por su río y con una circularidad hacia los extremos de la obra que refuerza la idea de infinito.
Mossi, retratista por excelencia, supo acrecentar la capacidad de captar psicológica y espiritualmente a sus modelos. Inmerso en la sociedad cordobesa, realizó retratos a clérigos y personajes destacados de la ciudad. Cultivó también el género del paisaje, que conforma una de las más importante tradiciones pictóricas de Córdoba. Su pintura asombra por la fidelidad de los detalles en un claro alarde de su virtuosismo.
“El marcado nivel de detalle hacía presuponer que la obra partía de una fotografía”, explica Mariana del Val, directora del museo Evita Palacio Ferreyra.
“Durante años se creyó que el artista pintó parado sobre la barranca. Esto se debe a que el mito hacía creer que un artista podía pararse y trabajar sobre los objetos al natural. Por otro lado, era muy difícil pensar que un artista podía producir en vivo con un altísimo nivel de minuciosidad”, define Del Val.
El tiempo siguió su curso hasta que, curiosamente, un visitante del museo dejó escrito en el libro de visitas que poseía el original de la fotografía que había servido de modelo para la pintura. Además, ofrecía una copia para exhibirla en sala. De esta manera, el museo pudo completar el preciso relato de su origen.
La copia donada al museo consta de una toma fotográfica copiada en papel albúmina que muestra una vista panorámica de la ciudad de Córdoba, en colores sepia, compuesta por cuatro partes desplegables y sumando una medida total de 21 por 97 centímetros. En su borde inferior, con letras de molde manuscritas, lleva la inscripción “Vista panorámica de la ciudad de Córdoba R. A. 1890. Fotografía y composición de Guillermo Fullgraf”.
Tras un minucioso análisis realizado por personal especializado del museo, se pudo afirmar que la fotografía es un registro anterior, a partir del cual Mossi se basó para la realización de una de sus grandes obras maestras. Tanto la copia de la fotografía como la pintura de Mossi pueden ser apreciadas por los visitantes. Además de las dos obras maestras de la pintura, el Salón Dorado del museo Evita Palacio Ferreyra ofrece un pequeño espacio destinado a la interpretación. El objetivo es proporcionarle al visitante imágenes y objetos para que conozcan la historia del edificio.
El museo Evita Palacio Ferreyra abre sus puertas de martes a domingos de 10 a 20. La entrada general tiene un valor de 15 pesos, y es gratis para menores de 12 años, estudiantes y jubilados. Cabe recordar que los miércoles la entrada es libre y gratuita para todos los visitantes.
***