Variados programas con música religiosa, sonoridades para instrumentos de viento y percusión, y tango, tuvieron lugar en el Teatro del Libertador a sala llena.
Bajo la dirección del maestro Camilo Santostefano, el Coro Polifónico de Córdoba interpretó dos piezas que son claves en la música sacra: el Réquiem y Cantique de Jean Racine, obras del compositor francés Gabriel Fauré, de quien este año se cumple el centenario de su fallecimiento.
Estas piezas fueron interpretadas en la Iglesia de la Compañía de Jesús, un marco ideal para escuchar música de inspiración celeste llamada a conmover los corazones.
En este recorrido, la Banda Sinfónica de la Provincia llenó el Teatro del Libertador con el programa Clásicos de la banda. El concierto estuvo dirigido por el maestro Andrés Acosta y recogió una parte del repertorio para orquesta de vientos que sintetiza en cierta forma el colorido de timbres y la diversidad de atmósfera que esta música es capaz de evocar.
A su turno, el tango tuvo todo el protagonismo el día domingo, en el concierto que la Orquesta Provincial de Música Ciudadana dedicó a la obra de José “Pepo” Ogivieki, un notable pianista, compositor, arreglador y director.
“Pepo” Ogivieki pertenece a una generación de artistas que recibió de primera mano la enseñanza, la música y la palabra, de aquellos que tuvieron protagonismo con las grandes orquestas. Se destacó la actuación de Mery Murúa y Gustavo Visentín, y la pareja de baile que forman Silvia y Walter.
Heredero de la tradición y forjador de una vanguardia que abre camino según su andar, la obra de Ogivieki forma parte de los habituales conciertos de la orquesta dirigida por Damián Torres, aunque esta vez ocupó la totalidad del programa con la participación del mismo artista homenajeado.