El Gobierno de Córdoba lleva adelante la Puesta en Valor y Actualización Tecnológica en el Teatro del Libertador General San Martín.
El plan incluye el corazón del coliseo, el espacio donde la ficción adopta la apariencia de realidad.
Dentro de la caja escénica del teatro se desarrolla la acción de una ópera o un ballet, gracias a una maquinaria puesta en funcionamiento por técnicos teatrales conocidos como tramoyistas.
Una cantidad de dispositivos, ocultos de la vista del público, hace posible cambios de escenografía y otros efectos de luz y de sonido en el espacio destinado a la representación. El escenario del Teatro del Libertador es único en el país y uno de los pocos en el mundo que se conserva original.
La máquina de transfigurar
“Muy pocos teatros en el mundo y casi ninguno en la Argentina han preservado todo lo que es la maquinaria escénica original, en este caso de madera, desde la estructura del piso del escenario, pasando por las parrillas, todo el sistema de calles, cilindros para levantar y bajar los telones y de contrapesos”, aprecia el Fabio Grementieri, vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación.
La restauración, renovación y puesta en valor incluye la preservación de la caja escénica, que abarca desde el subsuelo del escenario hasta la parrilla original. El foso de la orquesta, en tanto, será ampliado y acondicionado para dar mayor comodidad y seguridad a los músicos.
Una obra muy importante es la nueva estructura metálica montada para cobijar la caja escénica original, concebida por el arquitecto italiano Francisco Tamburini a fines del siglo XIX.
“Teniendo la premisa de conservar la maquinaria original de madera, un equipo interdisciplinario elaboró la alternativa conservar esa maquinaria en funcionamiento y agregarle una nueva parrilla que se coloca por encima de la parrilla original de madera de izamiento de los telones”, cuenta Fabio Grementieri.
En consecuencia, se creó una nueva estructura metálica que pasa a través de los distintos niveles y arma un nuevo techo con parrilla, donde se van a colocar los motores y sistemas de sostén de la instalación escenotécnica más pesada, que van a ayudar a hacer más fácil la operación y dar muchas alternativas de armado de escenografía, de acuerdo a precisiones del vocal de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos.
Reconocimiento de la Unesco
En agosto de 2017, el subdirector General de Cultura de la UNESCO, arquitecto Francesco Bandarin, estuvo presente en el anuncio del gobernador de la Provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, para dar a conocer la Puesta en
Valor y Actualización Tecnológica del Teatro del Libertador.
En esa ocasión, Francesco Bandarin declaró: “El teatro no sólo es una joya de la ciudad de Córdoba. Yo vengo de Italia, les aseguro que allí no existe un teatro tan auténtico como el de Córdoba, dado que muchos fueron reformados e incluso algunos, como el de Venecia, mi ciudad, se quemaron; lo felicito -dijo el funcionario al dirigirse al gobernador- por el trabajo minucioso que se está haciendo para conservarlo”.
El escenario de los hechos
Esta compleja estructura nace allá lejos, en tiempos de la antigüedad griega y romana. Decae en la larga noche de la Edad Media, pero recobra sentido en el Renacimiento con una nueva mirada sobre la antigüedad clásica. El arquitecto italiano, Andrea Palladio, es el autor del Teatro Olímpico, en Vicenza, Italia, el primer teatro techado y una joya de la arquitectura teatral.
En el Barroco, la caja escénica aparece diferenciada de la platea mediante el proscenio. El arco en el que por lo general están los llamados palcos avant-scène, divide el lugar de la representación del patio de platea.
“A fines siglo XVII y principios del XVIII, con arquitectos y diseñadores en Italia y Francia, empieza a desarrollarse toda la maquinaria escénica de parrilla, bambalinas, rieles para correr escenografías, fosos debajo del escenario para las trampas, y es entonces cuando la caja del escenario empieza a tomar importancia y su especificidad respecto de todos los componentes de un teatro”, revela el arquitecto Fabio Grementieri, vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación.
El arquitecto está en Córdoba a raíz de la obra de restauración y actualización tecnológica en el Teatro del Liberador General San Martín, que en marzo próximo será sede del Congreso Internacional de la Lengua Española.
Símbolo de su tiempo
El 27 de julio de 1887, las cámaras legislativas aprobaron la creación del teatro. La construcción comenzó unos meses después y la inauguración se concretó el 26 de abril de 1891.
“Este teatro fue una de las piezas con las que Córdoba quiso hacerse presente en el contexto de la modernización y el progreso de fines del siglo XIX y principios del siglo XX”, afirma Fabio Grementieri, autor de libros sobre arquitectura teatral en Argentina.
“Córdoba quiere mostrar su condición de ciudad moderna, progresista, junto con otras iniciativas como el Parque Sarmiento, el barrio de Nueva Córdoba, el Hospital de Clínicas y otros edificios públicos y privados, que comienzan a cambiar el aspecto de ciudad colonial que Córdoba tenía hacia 1880”, comenta Grementieri.
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