Despojos

La exposición reúne obras pertenecientes al artista cordobés Oscar del Barco.

Hasta el domingo 19 de setiembre, el museo invita a visitar la  exposición Despojos, del filósofo y artista Oscar del Barco. La exposición reúne alrededor de 80 obras, elaboradas con técnicas mixtas y realizadas en diferentes periodos de su vida.

Despojos no es solo una obra visual sino una experiencia filosófica: al llegar a las salas del museo el público se encontrará con la obra pura: sin nombres, sin epígrafes, sin descripciones.

“En algún momento, y vaya a saber por qué (creo que fue algo decisivo el “descubrimiento” apasionado de la música contemporánea y mi anterior estadía en Paris como becario), empecé a pintar. Trabajé, de una forma casi loca durante muchos años.  Lo que ahora expongo es un fragmento de ese trabajo. No creo en el dios de las iglesias, pero sí creo en la sacralidad de lo que sin saber de qué hablamos llamamos espíritu. Esto es lo que ahora muestro: una que está en y por sobre mi existencia”

La directora del Museo Evita, Mariana del Val, refiere al desp/ojo no como una privación, sino como una oportunidad de ver, de ir al encuentro del sentido.  Un despojo no es aquí tampoco lo que sobra, lo perdido, sino el intento de una búsqueda que no cesa. Desp/ojos, entonces, parece entonces la oportunidad de ver en ese constante “estar pensando”, un sentido que aparece en la misma praxis del hacer: no importa dónde, no importa cuándo, no importa cómo. Por lo tanto, el sentido que aparece, no refiere a una construcción cerrada, a un hallazgo que intenta responder todo cuestionamiento, sino, a una apertura al mundo filosófico de Del Barco, que nos introduce por una estrecha puerta, hacia una apertura sin bordes.

Diego Tatián, Doctor en filosofía (UNC) y Doctor en Ciencias de la Cultura (Scuola di AltiStudi di Modena, Italia), investigador del CONICET y profesor de filosofía política en la Universidad Nacional de Córdoba, dice respecto a la obra: “Oscar del Barco dibuja, pinta y recoge objetos pensantes tirados por ahí como quien “cava indefinidamente y sin plan”. Lo hace hacia el “país detrás”, que no es el de la felicidad, ni el del dolor -aunque su evocación sea constante: los planos negros, los alambres de púa, el tiznado, los Cristos y los ladrones a su lado…-, sino lo abierto que permite un nuevo comienzo del mundo. Como la isla desierta, lo abierto (que los Antiguos llamaban Caos) resguarda la promesa de que todo comience otra vez, de otro modo. Sin ella habría solo vanidad, no alegría tremenda de pintar. Porque es verdad que Oscar del Barco pinta como quien respira. Pero también lo es que con ello prosigue por otros medios la búsqueda de esa comunidad ausente que en el siglo XX fue nombrada con la palabra comunismo, y ahora carece de nombre. Por otros medios: no con la teoría sino con las manos que cada mañana, durante muchos años, tomaron los cartones, los pinceles, las chapas, las telas, las plumas, los papeles, los huesos, los colores, para pensar con ellos”

Sobre Oscar del Barco
Nació en Bell Ville, provincia de Córdoba, en 1928. Publicó Libros de ensayos y filosofía: Esencia y apariencia en El Capital (1977), Infierno (1977), Esbozo de una crítica a la teoría y práctica leninistas (1980), El Otro Marx (1983), La intemperie sin fin (1985), Juan L. Ortiz. Poesía y ética (1996), El abandono de las palabras (2003), Exceso y donación (2003), Alternativas de lo posthumano (2010), En busca de las palabras. Textos sobre literatura y arte 1972- 2014 (2017), El estupor de la filosofía (2021). Libros de poesía: Variaciones sobre un viejo tema (1975), Infierno (1977), Elegía (en memoria de Alberto Burnichón, 1983), tú-él (1997), Dijo (2000 y 2001), Poco, pobre, nada (2005), diario (2007), espera la piedra (2009), Partituras (2010), Escrituras (2011), sin nombre (2012), Las campanas no tienen paz (2013), Orión (2015), Aletheia (2020).

Para agendar…
“Despojos” exposición del filósofo y artista cordobés Oscar del Barco. Reúne alrededor de de 80 obras, elaboradas con técnicas mixtas y realizadas en diferentes periodos de su vida. La apertura es el viernes 23 de abril, y se la puede recorrer de martes a domingos (feriados incluidos) de 10 a 19 hs. La entrada para ingresar al museo se adquiere exclusivamente a través del portal autoentrada, el valor general es de 250 pesos. También se puede comprar la visita combinada a los museos Caraffa + Dionisi + Ferreyra por $450 (cuatrocientos cincuenta pesos). Para los menores de 16 años la entrada es gratuita, en tanto que el valor para el grupo familiar (de hasta seis integrantes) es de $750. Los miércoles la entrada es gratuita y se debe solicitar también a través de autoentrada. Para ingresar al museo se debe presentar, de manera digital o impreso, el código QR que entrega la plataforma. Los códigos tendrán asignado un horario para la visita. Una vez en el museo y previo a la vista al espacio, se llenará una declaración jurada, se tomará la temperatura y se sanitizarán con alcohol antes del ingreso. En todos los casos los visitantes deberán utilizar barbijo y respetar el distanciamiento.