Dado Moroni pasó por el real

El grupo italiano se presentó el viernes 25, en un show de piano trío del más alto nivel.

_DSC5714 El heredero italiano de Bill Evans, pero también de Oscar Peterson y Ahmad Jamal, podría ser una de las formas para presentar a este “gigante” del piano de jazz.  Acompañado de  Fioravanti en contrabajo y por Bagnoli en batería, el show transcurrió de manera impecable llevando al festival a uno de sus puntos estéticos más altos.  Con un repertorio que se compuso de temas propios y de clásicos de Evans, Reindhardt, y Elllington entre otros, Moroni propuso al público un transitar de pasión e intimidad, y tributo a los afectos a través de la música.

A través de la emoción que los niños despiertan,  Moroni se permitió chistes sobre la familia, “Mi hijo pequeño… dos años y un metro,  para él es esta canción “Quite Yesterday”… porque ayer estábamos tranquilos ahora ya no”.

El pianista Italiano se apasionó tanto que incluso llegó a levantar el piano de cola con su rodilla izquierda en varias ocasiones, un termómetro de la pasión que estaba presente. Las melodías y las interpretaciones de este italiano son búsqueda y libertad, y nada mejor que sus palabras para reflejarlo, como cuando se refirió a los niños “Niño Curioso, está dedicado a las inquietudes de Oscar, ojalá que todos sigamos siendo así como los niños”.

El motor de la música de Moroni se puso en marcha y con el transcurrir de la noche Fioravanti lo acompañó en estos sondeos hacia los nuevos espacios sonoros que proponía el pianista. Impecable, sólido, y emotivo, así se mostró el trío. “Un set de jazz debe tener Ellington” dijo mientras se preparó para encarar la parte final del show.

Una de las figuras centrales del jazz italiano pasó por córdoba y dejó su marca imborrable en los amantes del jazz.

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