“Armenia viva: 102 años de cine” en los espacios culturales de la provincia

El Cine Arte Córdoba renueva su cartelera y esta semana ofrece una proyección en el marco del ciclo “Armenia viva: 102 años de cine”. En conmemoración del 110° aniversario del Genocidio Armenio y de los 100 años de presencia institucional de la colectividad armenia en Córdoba, este ciclo ofrece una oportunidad única para que el público se acerque a las historias, dolores, sueños y paisajes de una nación que sigue viva en sus imágenes, lenguas y relatos. La Agencia Córdoba Cultura acompaña la realización del ciclo aportando los espacios culturales para las proyecciones.

La película que inaugura la grilla de este ciclo será “Los Hombres”, del director armenio Edmond Keosayan, y podrá verse el miércoles 16 a las 21 con entrada libre y gratuita. El largometraje cuenta la historia de Vazgen, Sako, Suren y Aram, cuatro taxistas y amigos íntimos que transitan sus vivencias; cuando Aram se enamora perdidamente de Karine, los otros deciden ayudar a su amigo.

“Armenia viva: 102 años de cine” es un ciclo de películas armenias que surge como una propuesta cultural que busca poner en valor la memoria, la identidad y el legado de un pueblo que ha sabido resistir, migrar y reconstruirse a través del tiempo. El proyecto es posible gracias a la cooperación con la Embajada de Armenia en Argentina y el Cinema Foundation of Armenia, instituciones clave en la difusión y preservación del cine nacional armenio.

La elección del séptimo arte por parte de la comunidad armenia se debe a la posibilidad que brinda la pantalla de poder mostrar las marcas del pasado y los desafíos del presente, pero también la belleza, la ternura y la fuerza de una cultura que se expresa en cada gesto cotidiano. El cine permite llegar a nuevas generaciones y públicos diversos, convocando desde la experiencia sensorial a la reflexión histórica y política.

La fecha inaugural del ciclo, miércoles 16 de abril, es el Día del Cine Armenio ya que ese día, pero de 1923, nació el cine nacional armenio. De esta manera, se busca honrar esa historia cinematográfica que, aún en contextos de exilio o conflicto, ha persistido como vehículo de expresión y verdad. Más que una programación de películas, esta es una apuesta por el encuentro, por la conversación entre identidades y por la visibilidad de una historia poco contada.