Las luces del árbol navideño se encendieron en el Faro del Bicentenario iluminando las principales calles del barrio de Nueva Córdoba. Vidalas, chayas y la Misa Criolla acompañaron el evento que congregó al público en una noche mágica.
El encendido del árbol más alto de Sudamérica ya es un evento clásico para los cordobeses. Este año no fue la excepción y el público se acercó a este evento gratuito en una noche en la que el clima acompañó al espíritu navideño. La esquina de Deodoro Roca y Carlos Thays, frente al Faro del Bicentenario, fue el escenario elegido para el despliegue de presentaciones musicales que precedieron al encendido de las luces montadas sobre la estructura del faro.
Estuvieron presentes en el evento el gobernador de la provincia Martín Llaryora, el intendente Daniel Passerini, el viceintendente Javier Pretto, el presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica, y demás autoridades provinciales y municipales. Durante el evento, Raúl Sansica, expresó: “Se encendió el árbol que renueva la esperanza, el espíritu navideño de este tiempo que significa reflexionar junto al pueblo cordobés y a los turistas que nos visitan. Este es el árbol más alto de Sudamérica que tiene un gran nivel de tecnología reflejado, por ejemplo, en el cambio de luces. Esperamos poner el espíritu de los cordobeses de pie demostrando la potencia que tenemos en esta provincia, deseándoles un 2025 pleno en el que podamos disfrutar de la gran oferta turística y cultural que tenemos para ofrecer”.
Al caer la tarde, el público pudo disfrutar de la música de la mano del Grupo Ceibo junto al Coro Góspel Kumbaya quienes interpretaron “Navidad Nuestra”. El programa del repertorio incluía obras clásicas y ampliamente reconocidas como La Anunciación (chamamé), La Peregrinación (huella pampeana), El Nacimiento (vidala catamarqueña), Los Pastores (chaya riojana), Los Reyes Magos (taquirari) y La Huida (Vidala tucumana). Además, interpretaron la emblemática Misa Criolla compuesta por Ariel Ramírez, una obra que busca rendir homenaje a las raíces culturales y espirituales.
A las 21, luego de un conteo regresivo a viva voz y con mucho entusiasmo, los 400 globos y los 5 kilómetros de tiras de luces led montados sobre la estructura de 100 metros del Faro del Bicentenario como eje, se prendieron para dejar iluminada a la Navidad en Córdoba. Como novedad, este año, se modificó el sistema de control de árbol, lo que permite que tanto el encendido y el apagado como la configuración de escenas se pueda efectuar de forma remota. En la punta brilla una estrella bicara de cinco metros de ancho.
Luego, en un entorno festivo, continuó la música de la mano del Coro Góspel Kumbaya y se realizó la tradicional bendición del árbol con la presencia de representantes del COMIPAZ y la Iglesia Evangélica. Así, un año más, los cordobeses renovaron el espíritu navideño al pie de la estructura que ya se ha vuelto símbolo de la comunidad local durante la época festiva. Este evento, además, es la antesala de todas las actividades que la Agencia Córdoba Cultura planifica para la temporada estival. ¡Feliz Navidad!