El 24 de marzo de 1976, un grupo de hombres armados tomó por asalto la vivienda familiar de Alberto Burnichon, en Villa Rivera Indarte. Los usurpadores se identificaron como miembros del Ejército.
Alberto se encontraba junto a su mujer María Saleme, su hijos Soledad y David, su nuera Chichí con sus dos hijos, nietos de Alberto. Alberto Burnichon y David su hijo menor, fueron secuestrados, el resto de la familia permaneció privada de su libertad por algunas horas.
“Nos encañonaron y comenzaron a robar libros, objetos de arte, vinos, etc., que fueron llevados al exterior por los hombres uniformados. No hablaban entre ellos sino que se comunicaban mediante chasquidos de los dedos. El saqueo duró más de dos horas; previamente se produjo un apagón en las calles cercanas a nuestro domicilio. Yo fui liberada al día siguiente. David estuvo detenido en el Campo La Ribera. Nuestra casa quedó totalmente destruida. El cadáver de mi esposo fue hallado con siete impactos de bala en la garganta”, relató María Saleme en su denuncia.
El editor de libros fue secuestrado junto a su esposa, la educadora María Saleme, y a sus hijos, David y Soledad de 17 y 24 años de edad, respectivamente, su nuera, Beatríz, con sus dos hijos, Caymmi y Malaica. Su mujer e hijos fueron liberados. A los dos días, el cuerpo del “hacedor de libros”, como lo definió su hijo, Moro Burnichon, fue hallado con siete disparos dentro de un aljibe de una finca en Mendiolaza.
Alberto Burnichon nació el 14 de febrero de 1918 en el Tigre, y eligió Córdoba como su lugar de residencia. Desde la provincia mediterránea, viajó a distintas provincias en su furgoneta Citroën –“bólido de acero y lona”, según la descripción de Roberto Fontanarrosa-, en busca de autores para publicar. Editó a muchos poetas, entre ellos Manuel J. Castilla. Algunos de sus libros, cuidadosamente publicados, tuvieron ilustraciones de Carlos Alonso o de Cristóbal Reynoso -Crist-. El depósito donde Burnichon guardaba los libros de su fondo editorial fue incendiado.
La Legislatura de la Provincia de Córdoba instituyó el Día del Editor de Libros el 25 de marzo, en memoria de Alberto Burnichon. Como se recordará, la Municipalidad de Córdoba entrega cada año el Premio Alberto Burnichon al Mejor Libro Editado en Córdoba, uno de los actos centrales de la Feria del Libro Córdoba.
“Si bien la declaración es para el territorio provincial, el Día del Editor es un reconocimiento para todos aquellos que dedican su vida a tan noble oficio, editores nativos o residentes en Córdoba y en cualquier otro lugar”, comenta Iván Burnichon, nieto del hacedor de libros.
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