Abrazados por una noche que invitaba a la salida y al encuentro, miles de cordobeses se volcaron a los museos y espacios culturales, que abrieron sus puertas hasta las 2am.
Año a año La Noche de los Museos se consolida como una de las actividades favoritas del público, que recorre los diferentes espacios culturales y museísticos que abren sus puertas al abrigo de la noche, con propuestas musicales y escénicas, que forman un combo irresistible.
Esta edición 2016 movilizó, sólo en los espacios provinciales, más de 25000 personas. Esta larga noche cultural, que tiene sus orígenes en las noches blancas, que en el S XIX se disfrutaban en San Petersburgo y que en el S XX se replicaron en Museos de Berlín, para esparciese rápidamente por todo el mundo; demostró, una vez más, que a pesar de su centenaria tradición no ha perdido vigencia y que se renueva como una de las actividades más esperadas y convocantes de la grilla cultural. Como es habitual, el Museo de Ciencias Naturales fue uno de los puntos más convocantes. También los fueron el Museo Dionisi; el Centro Cultural Córdoba; el Museo Emilio Caraffa; el Paseo del Buen Pastor; el Museo Sobre Monte y el Palacio Ferreyra que invitó a disfrutar de sus jardines de la mano de la Banda de la Policía de Córdoba.
La apertura tuvo por escenario a la plazoleta frente a la Iglesia de la Compañía de Jesús (Caseros esq. Obispo Trejo, Córdoba) y trajo las melodías del Seminario de Canto del Teatro del Libertador, dirigido por Matías Saccone y del Coro de la Municipalidad de Córdoba, bajo la dirección de Tomás Arinci. Los ensambles propusieron para esta ocasión un repertorio popular que abarcó versiones de la Vaca de humahuaca de María Elena Walsh, y cerró con la canción emblema de la Mona Jiménez ¿Quién se ha tomado todo el vino? Así, con la bandera de largada en alto, el gran protagonista de la noche fue, como todos los años, el público, que dotó e un marco inmejorable, a esta larga noche cultural.
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