El lugar donde hoy se encuentra el Espacio Cultural Museo de las Mujeres fue la sede de una exclusiva sociedad, cuyas reuniones influyeron en decisiones importantes para Córdoba.
Siglo XIX. La expansión económica que experimenta el país en la década del ´80 a raíz de la explotación agropecuaria y una incipiente industria, estimula un desarrollo formidable de la infraestructura urbana.
En Córdoba, el horizonte monacal y doctoral de antaño comienza a mostrar las señas perdurables de ese progreso en edificio como la sede del Banco Provincial, “el exponente más representativo de esta arquitectura”, según indica el arquitecto e historiador, Carlos Page, en “La arquitectura de Córdoba en el siglo XIX”, publicación de la Junta Provincial del Historia.
El crecimiento de la ciudad acentúa dificultades vinculadas a la vivienda, la salud y la higiene de una parte de la población. Preocupa, además, el aumento de los “males sociales”, como se llama por aquel entonces a las actividades fuera de la ley.
A poca distancia de sectores marginales, como el famoso Abrojal, se ubica una exclusiva sociedad que reúne a miembros de la élite gobernante. Su nombre es Club El Panal, fundado 10 de enero de 1887.
Distinguidos miembros
“Ubicado en calle Rivera Indarte, frente a la Legislatura (actual Rivera Indarte 55), El Panal constituyó un círculo áulico inventado por Marcos Juárez en enero de 1887. Veladas de extravagantes festines necesitaron reacondicionar la que fuera la casa de su hermano, en aquel entonces presidente de la Nación. En las reformas no escatimaron gastos y no dudaron en contratar los servicios de Tamburini”, repasa Carlos Page en la obra citada.
El mismo Francisco Tamburini, quien diseña el Teatro del Libertador General San Martín y la sede del Banco de Córdoba, confía la dirección de la obra de ampliación para dar lugar al club a su socio, el ingeniero José Franceschi. En cuanto a la decoración, es muy probable que haya estado a cargo del artista plástico Arturo Nembrini Gonzaga.
“Del Panal fueron dos presidentes de la Nación, Juárez Celman y Figueroa Alcorta, algunos gobernadores, Félix T. Garzón, Eleazar Garzón, Donancio del Campillo, Gregorio L. Gavier, ministros, magistrados, legisladores y uno de los artífices del Dique San Roque, orgullo de la ingeniería argentina y pesadilla de la población trabajada por los falsos rumores sobre la deficiente fraguación de sus materiales, el ingeniero Carlos Cassaffouth”, recuerda Manuel López Cepeda en su libro “Marcos N. Juárez. Su vida y su tiempo”.
López Cepeda da una idea del lujo que hay en esa casa: “Las vajillas eran una riqueza. Abundaban las finísimas lozas de Limoges y Sevres; rutilaba la cristalería de Bacaratt; la poemática de Bohemia con su campanilleo de plata y la platería señorial sello Sheffield. Cuando se revolvía tanta belleza daban ganas de ser rico y poseerlas. Las flechas que lanzaban aquellas se quebraban en las luces de las costosas arañas de cristal. Una noche de fiesta parecía un sueño”.
Un club de la política
El 10 de enero de 1947, Luis Rodríguez, un miembro de la sociedad en cuestión, asegura al diario Los Principios que “el Panal, en su impulso, respondió a un propósito de agrupación política”. Rodríguez fue periodista de El Interior y escribió Theatralia, crónicas de la escena cordobesa.
“Un testigo declaró en el diario Los Principios, el 28 de junio de 1894, que a El Panal no se lo consideraba como una organización inocua y fines circunscripto a los intereses de sus asociados, sino como un poderoso centro político con una enorme palanca que, manejada por un nuevo Arquímides, imprime movimiento y vida a la política general del país. Forja gobernadores, tumba situaciones provinciales. Hace ministros, diputados provinciales, senadores al Congreso, y hasta incuba presidente para la República”, escribe Efraín U. Bischoff en Las avispas del Panal -La Voz del Interior, 1 de marzo de 1987-.
Las reuniones en los salones de la reputada asociación son muy influyentes. Tanto es así que según rumorea allí se planifica la destitución del gobernador Ambrosio Olmos. El miembro fundador del Club El Panal, Marcos Juárez, ocupa el cargo de Jefe de Policía.
Cae Olmos
El historiador Roberto Ferrero también abona la idea de que este selecto club es centro de operaciones de Maros Juárez. En su libro “Breve Historia de Córdoba”, el destacado historiador, dice: “Don ´Marco´ (por Marcos Nicanor Juárez), como se lo conocía popularmente, no estaba dispuesto a una segunda frustración, así que desde el seno del Club El Panal, que él había fundado el 10 de enero de 1887, como centro operativo de sus aspiraciones políticas, se planeó e instrumentó el derrocamiento legal del mandatario roquista (Ambrosio Olmos). Como se dijo, finamente, el gobernador electo Ambrosio Olmos fue destituido por “mal desempeño en el ejercicios de sus funciones”.
En coincidencia, Carlos Melo, autor de “Introducción a las constituciones de la provincia de Córdoba”, sostiene: “En el seno de El Panal se prepararon importantes acontecimientos como la caída del gobernador Ambrosio Olmos y la candidatura a gobernador de Marcos Juárez”.
“El gobernador Olmos, frente a los senadores que hacían parte del tribunal de juicio político que lo juzgaba y que a la vez eran miembros de El Panal, trató de recusarlos y para ello no vaciló en decir en decir al senado local: ´Esta sociedad, cuyo objeto no discuto, no es una sociedad anónima, en cuyo caso no procedería a su recusación; sus miembros actúan en política, se socorren mutuamente, especulan, ingresan a ella mediante una fuerte entrada, y disponen de sumas importantes que tienen en los bancos; sociedad, comunidad o logia, sus miembros, socios de una parte de la Cámara están impedidos de ser jueves en este caso”, reproduce Carlos Melo. Sin embargo, Olmos fue encontrado culpable y removido del cargo el 13 de abril de 1888.
Por si hiciera falta vencer antes que persuadir, “Don Marco” cuenta con una fuerza de apoyo llamada “La Cadena”… En efecto, Juárez reemplazará a Olmos en la gobernación de la Provincia.
La receta
Apagado el esplendor de otro tiempo, El Panal fue despojándose del lujo y de la pompa. La casa sufrió un incendio que acabó con una numerosa biblioteca entre tantos otros bienes. Allí funcionaron organismos de gobierno de la provincia hasta que el inmueble fue destinado para albergar el Espacio Cultural Museo de las Mujeres, inaugurado en 2011, una dependencia de la Agencia Córdoba Cultura.
De vuelta a Manuel López Cepeda, el autor revela los ingredientes para preparar un buen Panal: “Azúcar cristalizada o miel, clara de huevo y zumo de limón, a lo que se añadía soda o agua”. Un refresco que despierta algunos sinsabores.
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