Una propuesta escénica reúne dos atractivos aunque poco frecuentes condimentos, un musical con letras de tango.
La obra “Che Carlitos. Retrato de un argentino” sube a escena este domingo 20, a las 20, en el Centro Cultural Córdoba, ubicado en avenida Poeta Lugones 401, interpretada por un elenco de jóvenes talentos de la actuación y la música locales.
En el seno de una familia, transcurren los acontecimientos más relevantes que señalaron el destino de nuestro país en los últimos 40 años. Un relato mordaz que refleja nuestra identidad, y experimenta ese raro encanto de ser argentinos.
El espectáculo está basado en un texto de Enrique Alberto Polo, poeta y escritor porteño residente en Córdoba. Tangos clásicos y piezas del mismo autor con música de Gustavo Gancedo componen la banda de sonido. Cabe mencionar, que Gancedo es uno de los referentes de la nueva generación de artistas de tango, es bandoneonista y dirige el Ensamble Municipal de Música Ciudadana. Las actuaciones están a cargo del actor Héctor Pedro Alem y la actriz Clara Segura. Las canciones del repertorio son interpretadas por Mara José Rojas y Andrés Gastón, cantantes que se ubican entre los mejores intérpretes de tango.
La música es interpretada por Bien Debute, un trío que forman el pianista Matías Lanfranco, la violinista Carolina Ramírez y el bandoneonista Gustavo Gancedo. En tanto, la dirección general es de Cristian Parra.
Mirada irónica y realista
El bandoneonista, Gustavo Gancedo, compuso tangos y milongas en colaboración con el autor, Enrique Polo. Los dos compartieron su trabajo con Cristian Parra, a lo largo de varios encuentros que dieron su fruto. De esas reuniones, nació la idea de crear una obra que conjugue el teatro y la música en torno al género del tango, una producción que resulta un tanto extraordinaria para el medio local.
“Che Carlitos…” cuenta la vida de una familia común en la que se ve pasar la historia reciente de la Argentina, desde el ocaso de la última dictadura militar, la Guerra de Malvinas, las derrotas y los triunfos colectivos y su correlato en el núcleo familiar, hasta la actualidad.
Con relación al argumento, Gustavo Gancedo, comenta: “La obra es una mirada sobre lo que pasó y nos pasa como sociedad, en lo personal, en lo social, y en la vida política de nuestro país, con una mirada irónica y realista, de lo que vivimos en los últimos 40 años. Es un relato mordaz para reconocer el origen de nuestra identidad actual y ese raro encanto de ser argentinos”.
Una experiencia enriquecedora
Como todo trabajo interdisciplinario, esta obra demandó un tiempo de producción considerable, desde la creación del texto, la elección y arreglos del repertorio, hasta la concreción de los ensayos para lograr el mejor resultado.
La evaluación que Gancedo hace sobre el resultado final es muy positiva. El bandoneonista y compositor cree que la obra continúa evolucionando y puliéndose en la marcha. “Fue una experiencia novedosa y enriquecedora -opina el director musical-, el intercambio entre nosotros generó ideas y nuevas posibilidades”.
Según cuenta Gancedo, “el público recibe con mucho entusiasmo este tipo de propuestas, que mixturan artes escénicas diferentes”. El musical está dirigido al público en general.
“El tango es un género universal, que siempre es bien recibido, aunque es cierto que cuesta mucho desarrollar lugares y espacios para el tango, que en Córdoba no tiene la masividad de otros géneros”, analiza el músico.
“En el caso particular de esta obra, la gente siente una identificación muy grande con los personajes, se ve reflejada en ellos, como un espejo de sus vidas. Quizás eso sea lo que más sensibiliza al público: los cuadros teatrales acompañados por tangos clásicos pero también actuales, cuyas letras demuestran la renovación constante de la historia vivida”, concluye Gustavo Gancedo.
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