Los domingos por la tarde están reservados para los más chicos en el Centro Cultural Córdoba. Una obra teatral interpreta el célebre cuento de la Cenicienta.
El grupo Orión Teatro despliega su arte con la obra Erase una vez a las 12… ¿y después?, los domingos 22 y 29 de este mes, a las 17, en el centro cultural ubicado en avenida Poeta Lugones 401, en el marco del ciclo Domingos infantiles. La obra cuenta qué sucedió luego del encantamiento de Cenicienta, ese momento de reencuentro con el hada cuando pasan las 12 de la noche.
Bajo la dirección general de Walter Campos, autor del texto teatral, el elenco está formado por Cristian Villegas, Grazia Berbel Bacci y Adriana Levy. La compañía es una de las agrupaciones más destacadas de la escena infanto juvenil de Córdoba.
En esta ocasión, el grupo teatral cuenta la historia del príncipe que busca a la dueña del zapatito perdido con el fin de cumplir las órdenes de su padre, el Rey. Camino a su casa se encuentra con Romualdo, un simpático campesino encargado de cuidar el bosque. Romualdo ayuda a Cenicienta a que sea quien quiere ser.
El elenco incluye la participación especial de Marina Abulafia, Gladys Moreno, Patricia Rojo y Luis Oviedo. Las canciones del repertorio y la música original son de Germán Lozano, mientras que la realización de vestuario es de Juan Carlos Nieva.
El relato escondido
El actor Cristian Villegas dice que la idea de trabajar en el argumento del clásico relato Cenicienta surge de la tarea de animarse a innovar, jugar e imaginar en función de los espectadores, desestructurar historias y volver a armarlas para que resulten atractivas para los niños.
Villegas agrega que el grupo trabajó sobre las dos versiones más populares del relato infantil -Charles Perrault y los Hermanos Grimm-, con algunas innovaciones introducidas por el elenco.
“Optamos por trabajar con distintos aspectos del cuento de Cenicienta e incluir a un nuevo personaje, Ceniciento. Nos centramos en dos versiones del cuento, el relato de Charles Perrault y la versión de los Hermanos Grimm. La historia nos muestra una mujer dulce, sumisa y amable que soporta las humillaciones de su madrastra y hermanastras. Sin embargo, esta popular visión no nos da una imagen sobre todos aquellos símbolos ocultos que, representados a partir de diferentes personajes, hacen referencia a valores morales, religiosos y sociales de su época -la versión de Perrault fue publicada en 1697 con el título de Cenicienta o el zapatito de cristal-. Uno de los aspectos a los que hacemos referencia es el simbolismo presente en el cuento, ya que no es algo que a simple vista pueda percibirse, sino que va más allá de su significado”, expresa el actor.
¿Qué hay detrás de la trama?
Los cuentos acunan la infancia y contribuyen a estimular en la niñez pautas de comportamiento social aunque algunas resultan obsoletas. Por eso es importante adaptarlos a los tiempos que corren, opina el integrante del grupo.
“Hay que dotar a los cuentos de una mirada crítica. En la actualidad hay conciencia sobre la importancia e influencia que tienen los cuentos en el desarrollo del niño, en especial en lo que concierne al niño en el aspecto afectivo, emocional y social”, comenta el actor.
“Las decisiones que debe tomar Cenicienta marcan el futuro, cambian la historia y le permiten vivir lo que realmente desea. Deseamos que los espectadores logren identificarse con los personajes y con la historia, e intenten pensar un poco más allá de la obra”, agrega el integrante de Orión.
La compañía teatral acude al juego, la música y lo visual, además de recursos lingüísticos “familiares” para el espectador, con el propósito de transmitir los conceptos vertidos en la obra. También incluye algunos “guiños” de realidad.
Con relación a los contenidos de ficción para la infancia, el actor Cristian Villegas sostiene que crecen a pasos agigantados, y pone como ejemplo el mundo editorial. “En la actualidad, hay una gran cantidad de literatura que permite a los niños pensar críticamente nuevas princesas y nuevos príncipes, libros que cuestionan el estereotipo según el cual las princesas y los príncipes siempre son felices y comen perdices. Siempre tratamos de ir un poco más allá a la hora de pensar estos personajes de los cuentos clásicos”, dice el actor.
Recursos estéticos
Érase una vez a las 12… ¿y después? interactúa con personajes que no aparecen en vivo y en directo, además “colorea” cada canción, y da un marco de realismo a la acción mediante filmaciones realizadas en La Cumbrecita, Villa General Belgrano y en el Museo de Bellas Artes Evita Palacio Ferreyra, lo que ayuda a la veracidad de la escenografía del “bosque encantado” o el “palacio de Cenicienta”.
En efecto una de las características de Orión Teatro es el aprovechamiento de recursos estéticos, como ya sucediera en su anterior puesta titulada Erase una vez… un globo! Todo esfuerzo en el escenario es en pos de generar una propuesta enriquecedora, concluye el integrante de la compañía de teatro infantil, Cristian Villegas.
A tomar nota
Erase una vez a las 12… ¿y después? está en escena los domingos 22 y 29 de abril, a las 17, en el Centro Cultural Córdoba -avenida Poeta Lugones 401-. La entrada general es de 100 pesos.