En un nuevo aniversario de la creación del actual Museo Histórico Provincial – Marqués de Sobre Monte, hacemos un repaso de su sobre su gestación.
El 15 de mayo de 1919 tuvo lugar un evento trascendental en la historia cultural de la Ciudad de Córdoba: la inauguración oficial del Museo Histórico Colonial en el emblemático “Palacio del Virrey”, ubicado en la calle Rosario de Santa Fe 218.
Este acontecimiento es conmemorado como el aniversario de la creación del actual Museo Histórico Provincial – Marqués de Sobre Monte el cual, en su edificio de tipología de vivienda romana y andaluza única, alberga una colección de más de mil objetos de valor patrimonial. En la siguiente reseña, propone presentar una breve síntesis de los acontecimientos que condujeron a la apertura de esta importante institución cultural cordobesa, llevada adelante por el Lic. E. Blas Kabalin.
Los inicios: el Museo Politécnico Provincial (1887 - 1911)
Hacia finales del siglo XIX, las élites de la sociedad cordobesa impulsaron una serie de políticas sociales y culturales que dieron lugar a una visión determinada de la historia e identidad local. Esta visión presentaba a Córdoba como una ciudad heroica, culta, clerical y tradicional, fundada por las familias más antiguas y de mayor linaje. Como parte de este conjunto de políticas sociales y culturales, se creó el Museo Politécnico Provincial (1887), uno de los dispositivos centrales para investigar, acumular y difundir información y objetos relacionados con las ciencias naturales, el arte y la historia.
Particularmente, los museos eran considerados por las élites como centros de difusión de “valores civilizatorios”, y se esperaba que el museo cordobés se asemejara a los que existían en las metrópolis europeas (Ferreyra, 2006).
Por otra parte, además de su función principal de construir y sistematizar una idea o imaginario de la tradición e identidad cordobesas, la institución tenía también la tarea de explorar y dominar el territorio y sus recursos naturales y arqueológicos. De esta forma, el museo fue concebido como un espacio destinado al desarrollo de investigaciones científicas. Es posible observar la conexión entre tradición y ciencia, inclusive en su propia denominación que incluye el término “politécnico” para hacer referencia a la formación técnica y científica como medio para el progreso de la sociedad.
El Dr. Ramón J. Cárcano, como Ministro de Gobierno del gobernador Echenique, jugó un papel fundamental en la creación del Museo Politécnico Provincial. En sus memorias de gobierno, Cárcano relata su primer encuentro con quien fuera el primer director de la institución, el Presbítero Jerónimo D. Lavagna:
«Estreché la mano áspera de un clérigo alto y fuerte, quemado por la intemperie, vestido de una sotana muy usada, con el tono verdoso de la gran vejez.
Vengo, señor -me dijo en buen español, pero con acento italiano- desde Tarija, en viaje de estudio, realizado a pie, en la mayor parte. Soy un naturalista y he reunido una colección importante de plantas y minerales, que acondicionados en cajones y cueros, irán llegando a esta ciudad. No tengo el menor recurso, ni para pagar mi hospedaje, y se me ha ocurrido ofrecer al gobierno mi colección por lo que pueda abonarme y si esto no fuera posible, le entregaría en donación para iniciar la formación de un pequeño museo, que atendería y desarrollaría con mi trabajo, con tal que se me ayude con un sueldo que alcanzara a lo indispensable para vivir en mi pobreza» (Cárcano, 1926:142)
A partir del encuentro entre el Ministro Cárcano y Presbítero Lavagna, en 1887 se firmó el decreto de creación del Museo Politécnico Provincial. Respecto de la ubicación inicial del Museo Politécnico, esta fue modesta e inclusive precaria, primero en un local prestado por el Banco Nacional frente a la Plaza San Martín, y luego en viviendas alquiladas en zona céntrica de la ciudad (de las cuales aún no contamos con datos precisos de su ubicación).
En cuanto a la primera colección del museo, es posible observar un enfoque generalista debido a la diversidad de objetos provenientes de diversos campos, como paleontología, zoología, ornitología, entomología, antropología, anatomía comparada, botánica, mineralogía, numismática, orfebrería, arqueología, etnología, mecánica y biblioteca (AHPC, Serie Gobierno, 1896, t 18, f.147 – 194; AMHP, Serie Historia del Museo, Caja II).
De 1911 a 1916 la dirección estuvo a cargo del doctor Jacobo Wolff, quién orientó el enfoque del museo hacia la exposición de objetos históricos, y comenzó un proceso de separación de las colecciones.
El Museo Histórico Colonial
En 1916 el abogado Deodoro Roca fue nombrado director del “Museo Provincial”. Roca era un joven académico progresista que tenía la visión de transformar la institución en un espacio de divulgación y popularización de las investigaciones científicas (Agüero, 2009; Ferreyra,
2006). Durante su gestión, se produjo una valiosa expansión y organización de las colecciones del museo mediante expediciones, adquisiciones y donativos, y se iniciaron las tratativas para la adquisición del “Palacio del Virrey”, edificio histórico que hacia finales del siglo XVIII fuera ocupado por el Gobernador-Intendente, Don Rafael Núñez, Marqués de Sobre Monte (Ferreyra, 2006; AGPC, Serie Gobierno, 1919, t. 13, f. 213). Además, durante su mandato como director del Museo Provincial, se implementaron medidas importantes como la realización de inventarios y la publicación de un catálogo.
Respecto de la expansión de la colección durante la gestión de Roca, cabe recuperar una de las más significativas acciones: la adquisición de la colección privada de su predecesor, el Dr. Wolff. Esta colección era de gran importancia artística e histórica, ya que estaba compuesta principalmente por objetos coloniales.
El Museo Provincial adquirió un perfil cada vez más orientado a la historia colonial con la adquisición de las piezas y el proyecto de ocupar el inmueble que fuera alquilado por el virrey Sobremonte durante su gobernación en Córdoba.
Con la expulsión de Deodoro Roca, el 1 de marzo de 1919, fue nombrado como el nuevo director del Museo Provincial, el connotado intelectual y destacado líder religioso, Monseñor Pablo Cabrera.
En su función como director del Museo Provincial, una de las acciones más destacables fue el traslado definitivo del museo a la casa que había sido habitada a finales del siglo XVIII por Rafael Nuñez Bullón Angulo Ramírez de Arellano, tercer Marqués de Sobremonte y Virrey del Río de la Plata, tal como había ideado Deodoro Roca (AMHP, Serie Historia del Museo, Caja II). Este cambio de ubicación representó un importante hito en la historia del museo, al establecerlo en un edificio único de gran valor histórico y patrimonial en la ciudad .
Además, Cabrera también llevó a cabo varias adquisiciones destacadas para el museo, entre las cuales se encuentra la compra de “un par de leones de piedra sapo de una sola pieza que adornaron el petril de la iglesia Catedral en los primeros tiempos de su fundación” (Ferreyra, 2006:54). Estos objetos son de gran valor patrimonial, tanto por su técnica de fabricación, que representa artesanías típicas utilizadas en el contexto colonial, como por haber estado ubicados en edificios representativos del pasado colonial.
Asimismo, durante su gestión, se montó un Altar Colonial de estilo altoperuano del siglo XVII y una sala de armas, lo que amplió aún más la riqueza patrimonial del museo (Ferreyra, 2006). Varios años después de la apertura oficial del “Museo Histórico Colonial, durante la década del 40, se realizaron diversas gestiones por parte del entonces director Godofredo Lazcano Colodrero, que resultaron en importantes logros.
En 1941, el edificio del museo fue declarado Monumento Histórico Nacional en reconocimiento a su valor patrimonial y arquitectónico. Además, en 1943, se le otorgó su nombre definitivo de “Museo Histórico Provincial Marqués de Sobre Monte” (AMHP, Serie Historia del Museo, Caja II).
Estos reconocimientos reflejan la impronta que la institución ha tenido a lo largo de los años en la preservación y difusión de la historia y la cultura de la región hasta nuestros días.