En el marco del programa “Derecho al Verano”, Los Carabajal, Los Pacheco, Paola Bernal y Los Bohemios del Folklore cantaron frente a una multitud.
El encuentro, organizado por el Gobierno de la Provincia de Córdoba a través de la Agencia Córdoba Cultura, se desarrolló frente a la plazoleta el Bicentenario bajo el Árbol de Navidad y forma parte del programa Derecho al verano. Siete mil personas, aproximadamente, disfrutaron de un gran espectáculo al aire libre con entrada libre y gratuita.
El recital comenzó pasadas las 20, con la conducción de la locutora María Eugenia Pascuali y cuando ya estaban ocupados todos los lugares dispuestos, se dio comienzo, para disfrutar de una fresca noche de verano cordobesa .
La apertura del festival estuvo a cargo de Los Bohemios del Floklore, un grupo de cordobeses conformados por tres voces y acompañadas por instrumentos que enaltecen su repertorio de música popular.
A ellos les siguió la coscoína Paola Bernal quien expresó que “participar de este hecho cultural es muy importante”. Fiel a su estilo, propuso ritmos tradicionales con estéticas y timbres urbanos acompañados por una visión testimonial en su canto, con temas nuevos y de su conocido repertorio.
Más tarde, fue el turno de Los Pacheco, integrantes de esta familia cantora del norte cordobés, parte de nuestra música tradicional, que deleitaron al público con su repertorio consagrado. “La Casa de Los Pacheco” se trasladó al escenario del Parque Sarmiento y las guitarreadas que tantos artistas de las escena nacional transitaron por su “patio” lo disfrutaron los miles de presentes que se dieron cita bajo el Faro.
Claudio Pachecho expresó: “Estamos muy contentos de venir a la ciudad. Venimos con los tíos y una parte de la familia a cantar, a mostrar lo que hacemos de entrecasa. Queremos mostrar lo que hacemos cada una de las generaciones de Los Pachecos en la casa, con distintas canciones, estilos, para compartirlo esta noche con la gente”.
Y para el cierre llegaron las chacareras con Los Carabajal, quienes despertaron la algarabía de los presentes que no dejaron nunca de aplaudir.