Figura tutelar de las danzas folklóricas, El Chúcaro fue además de bailarín, coreógrafo y director de compañía, un erudito de la cultura popular.
Con motivo del natalicio del gran bailarín y coreógrafo de la danza nacional, la Agencia Córdoba Cultura organiza el Homenaje a Santiago Ayala, “El Chúcaro“, a 100 años de su nacimiento.
El reconocimiento se realiza a lo largo de tres actos con espectáculos de danza, exposiciones de vestuarios y fotografías, y una charla acerca de las danzas populares.
En 1953, Santiago Ayala y Norma Viola fundaron la Compañía de Arte Folclórico, ballet que renueva la visión de las danzas folklóricas. Años más tarde, ve cumplido el anhelo de crear el Ballet Folklórico Nacional.
Danza con identidad
El homenaje continúa el día jueves 18, cuando la directora del Ballet Folklórico Nacional, la profesora Silvia Zerbini, entabla un taller acerca de La danza de todos y para todos, especialmente destinado a integrantes de ballets folcloricos. Es a las 15, en el Centro Cultural Córdoba, en avenida Poeta Lugones 401, con entrada libre y gratuita. Esta propuesta forma parte de las actividades rumbo al Congreso Internacional de la Lengua Española 2019.
El mismo jueves, a las 20, se lleva a cabo el espectáculo que celebra la variedad de las formas coreográficas de raíz nativista. La función es en Teatro Real, en San Jerónimo 66, con la participación de Silvia Zerbini, Mariano Luraschi y Gabriela Ayala, bailarina, hija del célebre bailarín. La entrada es gratuita y las ubicaciones se retiran previamente por la boletaría del Teatro.
En esta función actúan el Ballet Folklórico Municipalidad de Córdoba, que dirige Rodolfo Uez, el Ballet de Arte Nativo, que dirigen el profesor Juan Carlos Báez y la profesora Lucía Mariano, el Ballet Esencia de mi Pueblo, dirigido por el profesor Oscar Arce. El conductor radial, Rony Vargas, es el maestro de ceremonias.
Entre tanto, el domingo 14, a las 12, se realiza un tributo a Santiago Ayala en el camping municipal de la bella localidad serrana, organizado por la, Fundación Atahualpa Yupanqui, la Comuna Cerro Colorado y la Agencia Córdoba Cultura.
El maestro de los bailes típicos
Segundo Santiago Ayala nace el 16 de octubre de 1918 en el tradicional barrio cordobés de San Vicente. Fallece el 13 de septiembre de 1994, a los 75 años de edad, en la ciudad de Buenos Aires. Sus restos fueron trasladados a Córdoba y descansan en el Cerro Colorado.
Zapateador y malambista, es el creador de una gran cantidad de coreografías. En los años ´40, con la bailarina española Dolores Román alcanzó trascendencia como intérprete de los bailes típicos. Pero es junto a Norma Viola, una bailarina de formación clásica, con quien conjugó de una manera sólida y virtuosa la traición popular y el refinamiento académico.
El destacado difusor del folklore argentino, Marcelo Simón, dice que El Chúcaro “es el tipo que más sabía del folklore de los que he conocido en mi vida, porque golpear con las botas contra el piso, el tablado, el escenario no significa que golpees contra lo que estás pensando y él pensaba” (capítulo 56, Nuestro Folklore y su historia, El Chúcaro, el gran bailarín). Era un gran lector, y alguna se consideró a sí mismo como un bibliófilo.
Ayala diseñó alrededor de 150 obras coreográficas, muchas de ellas convertidas en auténticos clásicos de la danza nacional. Además, participó con notable desempeño como actor teatral bajo la dirección de Elías Alipi y de Enrique Muiño. Actuó en varias películas y trabajó en programas televisivos, uno de éstos conducido por Julio Maharbiz.
“En 1986, a través de un Decreto de Ley aprobado por el Congreso de la Nación se creó el Ballet Folklórico Nacional, dirigido por él mismo y Norma Viola, debutaron en el Teatro Colón de Buenos Aires”, cuenta el autor Juan Cruz Guillén en su libro Antes y después: Santiago Ayala “El Chúcaro” y Norma Viola (colección Los irrepetibles, editorial Balletin Dance). Apodado “Fierro”, Juan Cruz Guillén integró el Ballet Folklórico Argentino.
“Nos transmitía el profundo conocimiento de las leyendas y las tradiciones de nuestro país en el lugar mismo donde se había generado esas historias, y esas narraciones fueron una forma espontánea de motivarnos para lo que pasaría a ser una nueva creación”, dice Antoinette San Martín, integrante de la compañía de danza dirigida por El Chúcaro.
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