La Agencia Córdoba Cultura y el Ministerio de Educación de la Provincia concretaron el programa El teatro va a la escuela, en localidades de la provincia incluida la ciudad Capital.
El programa comenzó en marzo y se desarrolló en 24 establecimientos públicos. La iniciativa puso énfasis en aquellos lugares que carecen de las posibilidades materiales para acceder a expresiones artísticas y culturales, vitales en la formación integral y constante de las personas.
El programa se llevó adelante con el fin de sembrar en valores, educar en la cultura y motivar la formación de nuevos públicos. La propuesta consistió en acercar la dramatización a niños y jóvenes, mediante actividades que contribuyeron al esparcimiento y la recreación en el ámbito escolar. “La cultura es educación y la educación es cultura” fue el lema que orientó las actividades.
Desde temprana edad, el teatro despierta en los más pequeños el interés y las ganas de participar. De hecho, los niños son los protagonistas excluyentes con su participación en los actos escolares. El teatro motiva la reunión de la comunidad educativa alrededor de un escenario; hasta los más tímidos se integran a un elenco que recrea gestas Patrias y hechos históricos, entre otros motivos.
En cuanto a las obras, tuvieron relación con temas de interés general, inherentes al contexto socio ambiental en el que los chicos están creciendo. Entre esos temas, cabe mencionar el cuidado ambiental, la defensa de los derechos humanos, el compañerismo y una convivencia libre de agresiones de cualquier naturaleza.
El escenario de la vida
El jardín y primario Raúl Angel Ferreyra, que está ubicado en barrio SEP, fue uno de los escenarios del programa. Una mañana de esas, el patio de la escuela se convirtió en un teatro, repleto de un público de jardín a sexto grado. El bullicio de la numerosa platea cesó cuando la compañía de títeres Enlazamundo comenzó el relato de la obra Caperucita y el Lobobo.
Al finalizar la función, una de las docentes del establecimiento, Lorena Pérez, valoró: “Estas actividades repercuten positivamente en los niños, ya que los predispone mejor para trabajar en el aula, mientras que a los docentes nos ayuda a desarrollar contenidos”. La obra teatral sirve entonces como un punto de partida para el tratamiento de otros temas, y estimula en los chicos su caudal creativo.
Por su parte, la titiritera Claudia Gómez, integrantes de la compañía Enlazamundo, manifestó: “Es una propuesta muy interesante ya que muchas veces las escuelas no cuentan con los recursos para acceder al teatro, y es muy importante lo que queda después de la función”. Más adelante, la artista concluyó: “Con esta propuesta, los titiriteros y actores nos sentimos muy valorados”.
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