Importante aporte a la obra del Padre Mariano Oberlin

El vocal de la Agencia Córdoba Cultura Marcos Bovo entregó un cheque por más de 117 mil pesos recaudados en el pasado homenaje a Luis Landriscina que se llevó a cabo en el Teatro Real.

En el acto de entrega estuvo presente el humorista Marcelo El Coto, quien fue co-productor del evento junto al colectivo Humoristas Amuchados. El dinero servirá para continuar la construcción de un salón de usos culturales y comunitarios para niños y jóvenes de Barrio Müller y Maldonado.

El pasado 26 de noviembre en el Teatro Real, la Agencia Córdoba Cultura celebró el día nacional del humor con un homenaje a Don Luis Landriscina, en una co-producción de la Agencia con Marcelo El Coto y el grupo de humoristas Amuchados. Este encuentro de humoristas fue un evento solidario cuya recaudación estaba planteada a beneficio de Fundación Yaicacú del Padre Mariano Oberlín.

Se recaudaron $117.223,20 para la Fundación Yacaicú que lleva adelante una importante obra de inclusión y contención social en la Parroquia Crucifixión del Señor en los barrios Müller y Maldonado.

Allí, se está organizando una banda infanto juvenil, una biblioteca y un espacio dedicado a la cultura. Estos espacios culturales y comunitarios son verdaderos centros de contención de niños y adolescentes con problemas de violencia y drogadicción, como así también puntos vitales para una socialización sana de los vecinos.

Al momento de la entrega del cheque al Padre Mariano Oberlín, el vocal de la agencia, Marcos Bovo, sostuvo: “Nos sentimos muy satisfechos, queremos poner en valor la generosidad de Landriscina que aceptó venir a Córdoba para una recaudación solidaria. Queda demostrado que cuando nos juntamos y articulamos, nos potenciamos entre todos y nos da la posibilidad de reconocer la trayectoria de los artistas pero colaborar con la obra  que el Padre Mariano lleva a delante en compromiso con los cordobeses”.

Por su parte, el padre Mariano Oberlin destacó la gran importancia del aporte económico pero además subrayó el valor del aporte espiritual de sentirse “incluido en la propuesta, estar presente con los niños en el teatro esa noche del homenaje, ser nombrados y aplaudidos y conocer a Luis Landriscina, el referente número uno del humor argentino”; destacó el párroco.

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