​La mujer en la cultura: Leonor Marzano

La celebración Día Internacional de la Mujer, este miércoles 8 de marzo, trae a la memoria algunas de aquellas que se destacaron por su contribución a la cultura de Córdoba.

En el año 2011, el Gobierno de Córdoba editó un libro de ensayos para rescatar de las brumas del olvido a una serie de mujeres, cuya actuación pública se proyecta como huella de trabajo, tenacidad e ingenio. El ejemplar fue publicado con el título de Las Nuestras, mujeres que hicieron historia en Córdoba.

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En la esquina de San Martín y Oncativ, Leonor sigue tocando su piano.

El ejemplar comienza con un ensayo dedicado a la artífice de una de las expresiones culturales que identifican a la provincia mediterránea, la música de cuarteto. Una escultura del artista Juan Ignacio Lucero, ubicada en calle San Martín, la muestra hoy tocando el piano que marcó durante muchos años el ritmo del “tunga-tunga”. Ella es Leonor Marzano.

Nace el 24 de octubre de 1925 en Santa Fe. Única hija del matrimonio formado por Leonor Nélida y Augusto Marzano. Cuando la niña tenía nueve años de edad, es huérfana de madre por lo que la crianza de Leonor quedó bajo la entera responsabilidad de su padre. Augusto Marzano es empleado del ferrocarril, y toca el contrabajo en la Orquesta Característica Los Bohemios.

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Leonor Marzano, madre del cuarteto cordobés.

Padre e hija dejan la provincia de Santa Fe y se mudan a la vecina Córdoba. Viven en una casa ubicada en calle Jujuy, entre avenida Colón y calle Santa Rosa, según el relato popular. En su ensayo Leonor Marzano, la creadora del ´tunga-tunga´, Guillermina Delupi cuenta que al regresar de su trabajo en el ferrocarril el padre y su hija pasan muchas tocando juntos.

Allá por el año 1953, padre e hija parecen haber establecido una sociedad musical virtuosa. Quizá desconocen el sitio de privilegio que ocuparán en el capítulo de la historia de la música popular. Augusto imagina una formación de cuarteto a la que bautiza con el nombre abreviado de su hija. Ella toca el piano y su padre el contrabajo.

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Leonor junto a los integrantes del Cuarteto La Leo.

El nuevo integrante del cuarteto es Miguel Gelfo, un mecánico que también toca el acordeón. Con el ingreso del violinista José María Salvador Saracho queda formado el Cuarteto Característico La Leo, con la participación del animar Sosa Mendieta.

“Además de tocar el piano y ser una excelente música -dice Guillermina Delupi en su escrito Leonor Marzano, la creadora del tunga-tunga-, fue una gran compositora. Con letras muy simples y un ritmo muy popular y pegadizo, a lo largo de su carrera Leonor Marzano graba con el Cuarteto Característico La Leo más de 150 discos”.

Leonor es música, trabajadora del escenario, figura de la cultura que se extiende por las ciudades del interior y transita solitarios caminos de la provincia al paso marcado por el ritmo del ´tunga-tunga´. Se ha convertido en una atracción popular, pero ella también es madre de dos hijos de su unión con Miguel Gelfo, son Marta (13 de marzo de 1948) y Eduardo (27 de enero de 1950).

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El “piano saltarín” se exhibe en el Cabildo de Córdoba.

Leonor domina como nadie las mañas de su “piano salatarín”, una pieza que hoy se exhibe en el Cabildo Histórico de la Ciudad de Córdoba. Luego de muchos años de tocar en pueblos del interior provincial y en poblados que rodean la capital, recién en febrero de 1969, el Cuarteo Característico La Leo hace su debut en la ciudad de Córdoba, en el Club Rieles Argentinos, durante un baile de Carnaval.

Las extenuantes giras parecen agobiar a la pianista y Leonor decide dejar los escenarios a principios de los años ´70. Deja los bailes en los que sembró alegría y cosechó el fervor popular, pero no deja el trabajo en el estudio de grabación. Su última presentación en vivo ocurre en 1985, cuando toca con León Gieco, Mi caballo bayo, dentro del proyecto De Ushuaia a la Quiaca que encabeza el músico santafesino.

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