Durante 30 años, su voz y su presencia escénica fueron protagonistas en la radio, en la televisión y en las tablas del teatro en Córdoba.
Era la máxima soberana en la tierra de la actuación y tuvo su propio Club de Admiradores. Fue actriz, autora y directora. Actualmente, el Seminario de Teatro que funciona en el Teatro Real lleva su nombre. Su figura se agiganta desde el punto de vista del recuerdo, ella es Jolie Libois, a quien Mabel Brizuela dedica su ensayo publicado en el libro que venimos reseñando en esta serie de notas, Las nuestras, mujeres que hicieron historia en Córdoba.
Nace 12 de julio de 1931 y muere el 24 de enero de 1977, en Córdoba. Cuando el radioteatro era el entretenimiento que diariamente captaba la atención del gran público, Jolie Libios comenzó por interpretar papeles importantes. En los inicios de la década de 1950, junto al intérprete Carlos Castillo, compone una fórmula exitosa que se conoce con el nombre de “la pareja estelar del radioteatro del hogar”. Las historias de esta dupla son emitidas por LV3 Radio Córdoba. En otro orden de la dramatización oral, más tarde, será jefa del departamento de Radioteatros de LW1 Radio Universidad.
El periodista y conductor radial, Luis Beresovsky, arriesga a afirmar que fue “quizá la única mujer que tuvo su propia compañía de radionovelas”. Toda su carrera dentro de la radiofonía parece estar regida por una norma de hierro: “Nunca se debe subestimar al público”.
Si bien las páginas escritas en radionovelas narraron la consagración pública de esta mujer, Jolie Libois también se dedicó a luchar por los derechos de sus colegas de la radio y del teatro. Este es uno de los aspectos de la vida de la actriz que Mabel Brizuela subraya: “Participa en la formación de la Asociación Cordobesa de Actores con ´el objetivo de luchar por los inalienables derechos del trabajador de radio y teatro de nuestro medio, hasta la fecha totalmente desamparados´, tal como lo consigna la prensa local el 26 de junio de 1958”.
Jolie Libois se incorpora en 1961 al elenco de la Comedia Cordobesa, organismo oficial creado en 1959. Inicia otro capítulo brillante en su carrera actoral.
En abril de 1961, debuta con El trigo de Dios, escrita y dirigida por Juan Oscar Ponferrada. Ese año, la actriz regresará a escena con Numancia, de Cervantes, versión de Rafael Alberti, con dirección del gran Jorge Petraglia, y cerrará aquella temporada con El jardín de los cerezos, de Chejov. Jolie Libois tuvo una actuación sobresaliente como integrante del cuerpo estable, que deja en 1975. Su última actuación fue en la obra Seis personajes en busca de un autor, de Pirandello, dirigida por Petraglia.
Pero el debut de la actriz en la interpretación sobre tablas ocurre en la esfera del teatro independiente, por llamarlo así a diferencia de la carrera actoral realizada en la compañía oficial. Sucede en 1957 con el elenco del Teatro Independiente Brújula y la obra Del brazo y por la calle, de Armando Moock, dirigida por Alfo Uhart. Años después, en 1965, la Libois, para entonces una consagrada primera actriz de radio, teatro y televisión, forma parte de un nuevo elenco independiente, el Teatro de Bolsillo. El elenco realiza 100 funciones con la obra La mujerzuela irrespetuosa, de Sartre, dirigida por Jorge Aznar Campos.
1968. Mujer de teatro, por completo, Jolie Libois hace propia una empresa fundamental para el surgimiento nuevos valores. Está decida a sacar de la postergación un semillero y encara la creación de la Escuela de Arte Escénico. Mabel Brizuela rescata una carta que la actriz dirige a una funcionaria de cultura aquel tiempo, Sara Burgos: “Hay un lugar en la terraza (del Teatro Rivera Indarte) que no ocupa nadie, es amplio y tranquilo. Ahí podría funcionar muy bien el seminario. ¡Decime que sí! Jolie”. Así fue que en junio de 1969, el centenario coliseo albergaba a un “grupo bullicioso de jóvenes que rodea a Jolie Libois, la actriz cordobesa que a sus actividades interpretativas une la tarea docente”, según da cuenta una nota del diario Córdoba.
Dirigió el seminario hasta el año 1976. Recuerda Mabel Brizuela que en diciembre de ese año se despidió del seminario con estas palabras: “Hasta el año que viene, si el Señor no se distrae”. La incansable, entusiasta y notable mujer de teatro, Jolie Libois, dejará esta trama compleja y fascinante que es la historia del paso de los seres humanos por el mundo el 24 de enero de 1977.
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